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viernes, 4 de octubre de 2013

La Legion

El final para la fantástica aventura de la Legión Con el retiro de David Nalbandian se terminó un ciclo lleno de éxitos para el tenis argentino; un repaso por los orígenes del grupo y los momentos inolvidables El tenis argentino tiene los ojos humedecidos tras el anuncio de David Nalbandian. El retiro del cordobés representó el desenlace de una etapa extraordinaria para el deporte nacional, a la que sólo le faltó la Copa Davis. Es el final de la Legión, un grupo de tenistas nacidos entre 1975 y 1982 que, desde 2000, derramó talento en los courts. Es la culminación de un fenómeno, de un ciclo que ganó 55 títulos individuales de los más prestigiosos. Es el último suspiro de un suceso que le devolvió la popularidad al deporte blanco en nuestro país tras Vilas y Clerc (nacidos en 1952 y 1958), y que se cimentó en el circuito cumpliendo con cuentas pendientes que habían quedado de la generación de jugadores nacidos hasta 1972, un período intermedio hasta la gran explosión. Fue en 2000 cuando la llama, a primer nivel, se encendió. Franco Squillari (categoría 75) alcanzó la semifinal de Roland Garros. Si bien él no pertenece enteramente a la Legión, fue el despertador para esa camada con esa actuación. La Argentina no lograba un resultado de esa magnitud en un Grand Slam desde hacía 18 años, cuando Vilas perdió en el US Open las semifinales con Connors. Squillari rompió una barrera en los majors que la camada de Jaite (pese a ser top 10), Mancini (ganó Roma y Montecarlo), Pérez Roldán, De la Peña, Frana, Davin, Markus, Miniussi, Argüello y Gumy no pudo franquear. Muchos de estos jugadores, más allá de sus virtudes, padecieron karmas: las lesiones y el descenso en la Davis, en 1992. El regreso al Grupo Mundial, en 2001, con un equipo en el que estaban Gaudio (78), Cañas (77), Squillari y Lobo (70, fue doblista), con Davin como capitán, fue una suerte de guiño a un grupo que empezaba a pisar fuerte, y que además de tener recursos individuales técnicos fabulosos, se había favorecido de uno de los pocos costados positivos de la convertibilidad entre 1991 y 1996, pudiendo viajar al exterior y competir. Por entonces, los Gaudio, Cañas, Chela (79), Zabaleta (78), Puerta (78), Acasuso (82) y Calleri (76) tuvieron la opción de lograr recursos y formarse con el sistema de inversores privados. Más allá del talento que atesoraban, estos jugadores no lograron insertarse todo lo rápido que se esperaba en el circuito porque eran algo inestables; incluso, cambiaban seguido de coach. Pero al tiempo de asentaron, tomaron como modelo a los españoles y le dieron suma importancia al aspecto médico y la recuperación de lesiones, algo que no se acostumbraba demasiado. Y el círculo cerró. Pier Squillari, hermano de Franco, trabajaba en la parte comercial del equipo de Copa Davis. Entusiasmado por la camada que se acercaba, en una noche en Mendoza, durante una serie de Davis ante México, en 2001, comenzó a pensar en voz alta sobre lo importante que sería ponerle al grupo de tenistas un nombre que los distinguiera, como tenían los Pumas y las Leonas. Por ese entonces, los cables de noticias de la agencia EFE se referían a los tenistas albicelestes como la "Armada Argentina". La prensa española, en realidad, llamaba Armada a los jugadores de su país, en un homenaje a Felipe II, y tomaba el mismo mote para los argentinos. Entonces, desde la Argentina se modificó el término y se empezó a llamar "La Legión" a la ascendente generación. Desde ese momento, muchos medios adoptaron el término y quedó como una marca registrada que trascendió las fronteras. Como si la camada de tenistas citada no fuera suficiente, surgieron Coria y Nalbandian, aunque de un modo distinto. El Mago y el Rey, junto con Salerni, fueron las joyas salidas de la Escuela Nacional que impulsó Enrique Morea. El presidente de la AAT consiguió que se invirtiera dinero para que los chicos con buenas condiciones se formaran en un lugar propio, como hacía Francia. Y sin que esos juniors tuvieran, al menos durante sus primeros años, las raquetas hipotecadas. Coria y Nalbandian se sumaron a la gran Legión. A una Legión que brilló, que no tuvo un número 1, pero sí a dos número 3 (Coria y Nalbandian) y varios top 10. Que atesorará en su palmarés momentos inolvidables como el título de Roland Garros 2004 (Gaudio; batiendo a Coria en la final), las finales de Wimbledon 2002 (Nalbandian) y Roland Garros 2005 (Puerta), la Copa de Maestros 2005 (Nalbandian), París Bercy y Madrid 2007 (Nalbandian), los cuatros semifinalistas del Masters Series de Hamburgo 2003 (Coria campeón, más Calleri, David y Gaudio), los Masters Series de Canadá 2002 (Cañas, triunfador) y Montecarlo 2004 (Coria, ganador), y las tres finales de Copa Davis (2006, 2008 y 2011), entre los principales. Tuvieron una cuenta pendiente con la Copa Davis. Pese a que se tuvieron muchas oportunidades, siempre faltó algo. Es más, en 2005 se llegó a formar un equipo con cuatro top ten (Coria, Nalbandian, Gaudio y Puerta). Hoy, más allá de la importante figura de Del Potro en el circuito, el final de la Legión genera melancolía. Pero también ilusión de que en algún momento otro suceso de ese valor se vuelva producir. El lado oscuro de la camada No todo lo que brilla es oro. Hasta en las mejores historias también existen puntos negativos. Los hubo en la Legión con los diversos casos de doping, el costado oscuro de una maravillosa camada. En 2001, Juan Ignacio Chela y Guillermo Coria estuvieron suspendidos 3 y 7 meses, por tener en sangre methyltestosterona y nandrolona, respectivamente. El Mago juró haber tomado una pastilla de venta al público que estaba contaminada. Mariano Puerta recibió dos sanciones, en 2004 (9 meses) y 2005 (ocho años, reducido a dos), por clenbuterol y el estimulante etilefrina (en la final de Roland Garros). En 2005, a Guillermo Cañas se le encontró el diurético hidroclorotiazida (cumplió la pena entre junio de 2005 y septiembre de 2006; dijo haber ingerido la sustancia por error en el torneo de Acapulco). Recibieron sanciones menores Martín Rodríguez (2003, cafeína) y Mariano Hood (usó una droga en un tratamiento capilar)..